El Tallerista

Iba caminando a mi trabajo y pasé frente al taller de mi auto. Justo estaba el mecánico afuera en la calle arreglando un motor, y lo saludé de lejos: "Hola, Martincho, como anda..."

Dos pasos más adelante me acordé que mi auto andaba con problemas, y volví para hacerle un comentario: "Sabe Martincho, que justo le tengo que traer mi auto, cuando le parece..."

Ahí el Martincho me miró de nuevo, con cara de recién levantado de la cama y me dice "Ah! es usted!! Sabe que no la había reconocido!"

DIALOGO:

("Y" de yo
"M" de Martincho o tambien puede ser de mecánico - queda a elección de cada uno...)

M: - Es usted!! Sabe que no la había reconocido!!

Y: (un poco desconcertada..) - Aaaahh.. le decía que mi auto...

M: - ¡Pero que cambiada que estáaa!! Más delgaaada! Más joooven! Pero está lo más bieeen!!

Yo ahí ya estaba totalmente desorientada, porque la relación que yo tenía con el mecánico no pasaba del "buenos días", "buenas tardes" y "este cañito es sospechoso..." Y ahí estaba el Martincho, encantador conmigo y poco menos que piropeandome!

Y: - ja jaa (muuuuuuuy timidamente.. y empezando a mirar para los costados, no sea cosa que justo pasara un conocido y pensara que estaba tratando de levantarme al mecánico)

M: - Me va a tener que decir qué hizo, así le paso la receta a mi señora, que está bastante...(y acá el bobeta éste hizo gesto tipo gordinflón, hinchando los cachetes y haciendo con las manos como tenía una panza enorme)

...y seguía con el tema..

M: - ...eh? me pasa la receta para mi mujer? je jeee...

Y: - Si. Me separé de mi marido.